15 Agosto TARIFA/ TÁNGER / CHAOUEN
A la hora indicada presentación en el Puerto de Tarifa. Recepción por nuestro personal en el puerto, que le hará entrega de las tarjetas de embarque. Salida en barco hacia Tánger. A la llegada al puerto trámites de aduana, acomodación en el autocar. Continuación de la ruta hacia Chaouen. Acomodación en el hotel. Cena y alojamiento.
16 Agosto CHAOUEN
Estancia en hotel y régimen seleccionado. Durante este día podrá recorrer y visitar todos los rincones de Chaouen también llamada “La perla del norte“. Ciudad de cautivadora belleza ha sido inspiración para numerosos pintores y artistas. Visitar la plaza Uta- Hamman y la Alcazaba, pasear por la Medina, la Kasbah y la fuente de Ras el- Maa uno de los lugares mas bonitos de Chaouen. Cena y alojamiento.
17 Agosto CHAOUEN / ASILAH
Desayuno y traslado hacia Asilah. Alojamiento en su hotel. Tiempo libre para recorrer este entramado de callejones repletos de casas blancas que cuenta con la mediad mejor cuidad de Marruecos. Se debe visitar su Alcazaba y las murallas construidas durante la época de la dominación portuguesa, la torre AL-Khamra, el Palacio de Raisuni, el Torreón o mirador de Caraquia desde donde se admira una maravillosa puesta de sol. Cena y alojamiento en hotel de Asilah.
18 Agosto ASILAH / TÁNGER / TARIFA
Desayuno y mañana libre en esta ciudad. A la hora prevista, traslado al puerto de Tánger para tomar barco de vuelta hacia Tarifa.
Chaouen: destino Marruecos
Chaouen es una ciudad de Marruecos con más de cinco siglos de historia. En su origen estuvo habitada por exiliados procedentes de Al-Ándalus, por eso, cuando la visites, es probable que detectes ciertas similitudes entre las callejuelas y el tipo de casas con ciudades y pueblos de Andalucía.
Hoy en día es un destino turístico en el que merece la pena detenerse por unos días y descubrir todas las pequeñas joyas que alberga en su interior. Desde hermosas y eclécticas vistas compuestas por sinuosas callejuelas, diferentes tipos de arquitecturas y, también, de colores. Es curioso observar, desde una vista elevada, como el típico encalado blanco se alterna con otros atrevidos colores como el azul, el amarillo o, incluso, el rojo.
¿Qué ver en Chaouen?
En cuanto a las zonas más emblemáticas que no te puedes perder se encuentran La Medina, situada en pleno casco antiguo de Chaouen y con una fuerte influencia andaluza en su arquitectura. La avenida Hassan II, que es la calle más importante de la ciudad, y Ben el Ain, que se encuentra en la entrada principal al casco viejo. Entre las cosas que no puedes dejar de ver se encuentran los zocos, que son muy comunes, se distribuyen por entre las callejuelas de la ciudad y se agrupan por oficios. Entre los más comunes se encuentran el zoco de la lana, el de los carpinteros, el zoco de los alfareros y varias actividades artesanas más. Debido a la alta actividad turística de esta ciudad la artesanía se sitúa como uno de los sectores esenciales para la economía del país.
Tampoco te puedes perder la Plaza Makhzen, la Plaza de Sebbanin, la Kasba, “el nacimiento del agua” o Ras el Maa.
Asilah
A unos 40 kilómetros de Tánger, al sur de Cabo Espartel, se encuentra la localidad de Asilah. Una ciudad que ha sido testigo privilegiada de todos los pueblos que han conquistado la costa atlántica de Marruecos. Desde sus playas de arena fina parece un bastión blanco, toda ella amurallada, constituyendo una excelente fortificación que ha sido muy valorada por todos los ejércitos visitantes, como punto de partida hacia la ruta del sur.
Asilah es una ciudad marinera que vive del turismo. La fama de sus playas trasciende fronteras y se presenta como la puerta de entrada hacia el paraíso que alberga el interior de Marruecos. La medina de Asilah está considerada la más limpia y mejor cuidada de todo el país, lo que le ha valido el favor de los turistas. No obstante, la ciudad no está volcada sobre el turista, sino que lo reconoce como una fuente de ingresos, pero no lo agobia con multitud de puestos y vendedores ambulantes. Asilah es una paradoja en este bello país.
Los tesoros de Asilah
\"Zilis\" fue el nombre que los fenicios pusieron a esta población cuando la fundaron hacia el siglo II a. C. Posteriormente griegos y romanos la hicieron suya, y más tarde los árabes. Aunque no fue hasta la conquista portuguesa cuando la Asilah tomó su nombre definitivo y el aspecto que hoy día presenta. Alfonso V de Portugal la constituyó baluarte sobre el Atlántico, la dotó de una muralla que hoy en día aún conserva, y sobre cuya puerta plantó su escudo (apenas perceptible por el paso del tiempo).
Junto a la Puerta del Mar ( Bab el Bahar ) o Puerta de Tierra ( Bab Homar ), que llamaron los españoles tras la conquista, una torre cuadrada domina la ciudad. Atravesando el arco de la puerta se accede a la medina, con sus calles impolutamente blanqueadas y rematadas por zócalos azul añil. Calles por las que se puede pasear de noche a la luz del alumbrado original, otro de los encantos de la villa.
Otro de los accesos a la medina puede ser la puerta norte, llamada de Bad Kasba, junto a la que se sitúa el cementerio. Esta puerta da acceso a la plaza Sidi Ali ben Hamdush, y no muy lejos queda el palacio de El Raisuni, de fachada andalusí, que alberga el museo de la ciudad.
En la parte nueva de Asilah, fuera de la medina, hay diversos edificios de la época del protectorado español, entre ellos la escuela Sidi Mohamed Ali Marzok y la iglesia católica, fundada por las misiones.