Considero que la categoría de los hoteles no eran las optimas, en especial en Madrid que no tenia aire acondicionado, y burdeos, que era un hotel pequeño con un 1 solo elevador para casi 50 personas, fue un caos. No me gusto mucho el hecho que estuviéramos cambiando de guía cada poco tiempo, porque uno tenia que estar pendiente de buscar al nuevo guía y realmente resultaba confuso e incomodo. Lo mismo pasaba con los buses... nos cambiaban de bus y de conductor cada 2 días aproximadamente... lo cual resultaba confuso la momento de buscarlos y nos decían que era porque tenían que tomar un descanso y después los mirábamos en el hotel manejando a otro grupo de turistas. También tuvimos un problema en Versalles, cuando llegamos a la entrada resulto que nuestros boletos ya estaban usados, nos toco esperar como 40 minutos a que resolvieran eso. Nuestra guía en ese momento intento resolver el problema a brevedad, pero eso es algo que no debió pasar y que no fue culpa de la guía. Tomando en cuenta el POCO tiempo con que uno dispone, nuestra visita a versalle fue realmente FLASH, no nos dio tiempo de ver nada a detalle.
Respecto a los guías, la primera que me toco en Portugal y el guia de Madrid, no eran malos, pero tampoco eran buenos. Posteriormente nos cambiaron a otro guia, a Jonathan, el fue muy amable, servicia, dedicado, muy comprometido con su trabajo, nos explicaba cosas de cada pais, incluso temas de transporte, que los otros 2 guias solo nos dijeron que si no estábamos en el bus nos iban a dejar y que nos regresáramos en taxi. De ultimo nos asignaron de Guía a Ana Cristina, otra excelente guía, dedicada, explicaba muy bien, amable, su jovialidad y cordialidad era notables.
Realmente me hubiera gustado tener un guia fijo todo el viaje para no perder el hilo del viaje, y que fuera o Jonathan o Ana Cristina.