Si vamos a visitar Tel Aviv lo más probable es que hayamos aterrizado en el aeropuerto Ben Gurion y que esta ciudad sea nuestra primera impresión de Israel. Es un buen lugar para empezar a conocer el país, pues aquí se nos muestra la cara más moderna y dinámica del estado hebreo: Tel Aviv es el auténtico corazón cultural y económico de la nación. No tendremos problemas para alojarnos: la variedad de hoteles, hostales y alojamientos es inmensa. Además, puede servirnos de base para visitar lugares cercanos, como el kibbutz de Palmahim o el parque nacional de Tel Afeq.
Una ciudad de rica historia
Aunque la ciudad tiene una historia de más de tres mil años, descendiendo del puerto de Jaffa, ha sido en los últimos cincuenta en los que se ha convertido en la metrópolis de cuatrocientos mil habitantes que es actualmente. Conserva, sin embargo, hay un rico patrimonio que combiene visitar.
Entre las visitas interesantes para entender la historia de Israel se encuentra la casa de Ben Gurion, uno de los fundadores de la nación, ahora convertida en museo y biblioteca. El museo de Independence Hall resulta, asimismo, de extremado interés para comprender la historia moderna del país.
Tenemos también la casa de Simón el Curtidor, donde se alojó San Pedro según la tradición cristiana. La iglesia de San Pedro, precisamente, se encuentra también en la zona vieja de Jaffa, construida en el siglo XVII sobre una fortificación cruzada. El Museo de Antigüedades es otra parada obligada, y además cerca está el bello parque de Gan Hapsiga, con un apartado de jardín arqueológico con vestigios de ruinas hicsas, cananeas, griegas y romanas.
Arte y restaurantes
Un vestigio vivo del pasado es el Kerem Hatemanim, el barrio yemení. Aquí tenemos excelentes restaurantes. Combina de forma excepcional el pasado con el presente. Otra aportación musulmana a la ciudad es la mezquita de Mahmudia.
La ciudad vieja de Tel Aviv es actualmente un nicho de bohemios y artistas. Para los interesados en el arte, encontramos museos como el Museo de Arte, el Museo Rubin, y el pabellón Helena Rubisntein, así como locales dedicados a la industria cultural y teatros.
La Ciudad Blanca
Pero la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco no es la zona vieja, sino una porción de la zona moderna llamada Ciudad Blanca y construida siguiendo los criterios de la escuela de vanguardia Bauhaus. 4.000 edificios de este estilo, diseñados por arquitectos judíos alemanes que huyeron de los nazis. Merece la pena echar un vistazo a estas casas blancas.
Por otra parte, Tel Aviv goza de una rica vida al ponerse el sol. Sus clubes nocturnos ofrecen música en vivo y espectáculos de danza, y la población vuelca sus ocios en los cafés, los restaurantes, las discotecas y los pubs.
Recomendaciones generales
Algunas particularidades de la vida en Israel pueden resultarnos algo chocantes. Para empezar, el horario comercial está basado en la tradición hebrea. No todos los habitantes, y no todos los que son judíos, cumplen la ley religiosa de descansar el sábado, pero la mayor parte de las empresas, incluido el servicio de transporte público, sí lo hacen. Los museos, un tipo de establecimientos que nos pueden interesar como turistas, cierran siempre en viernes y sábado. Pero al ser un ciudad con importantes minorías musulmana y cristianas, nos encontramos con restaurantes y bancos árabes que cierran el viernes en vez del sábado, y sus alternativas cristianas que abren los sábados y no los domingos.
Pese a que haya aparecido en alguna ocasión en los medios por atentados violentos, Tel Aviv no es conflictiva. El crimen es muy bajo y los atentados son sucesos excepcionales. En cuanto a costumbres morales, las normas que se aplican en zonas más conservadoras del país no tienen vigencia en Tel Aviv. Mientras mostremos respeto no tendremos problemas ni siquiera en las zonas de la minoría ultraortodoxa. En esta ciudad está la embajada española en Israel, interesante si tenemos algún problema que no podamos manejar.
Si tenemos un buen nivel de inglés podremos relacionarnos sin problemas con la población de Tel Aviv. La mayor parte de los jóvenes saben inglés de forma razonable, al menos lo suficiente para seguir una conversación.
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