Si dispone de un fin de semana libre y quiere viajar un poco, puede elegir entre muchos destinos por España o Europa, o puede pasar un fin de semana original, una escapada a Tanger le permitirá conocer una forma de vida diferente. Para visitar Marruecos necesita un pasaporte en vigor y rellenar una hoja en la que indique el motivo de su estancia, no hay trámites complicados ni requiere pedir visados con antelación. No lleve más que el equipaje imprescindible, infórmese de las restricciones de entrada y salida de mercancías por la aduana, no lleve más de la cuenta, solo será un peso inútil, y sobre todo respete sus costumbres y tradiciones, infórmese de ellas y evitará malos entendidos, aunque casi todo lo que haga mal le será perdonado, Tanger es una ciudad cosmopolita muy acostumbrada a recibir extranjeros.Elija entre dormir en la ciudad, dormir en Ceuta o pasar solo el día y regresar en el último ferry, planifique su viaje y busque la mejor opción para su tipo de visita y su bolsillo, siempre es preferible integrarse al máximo con la ciudad y sus gentes, recomendamos que busque un alojamiento en la misma ciudad.
Todo viaje debe comenzar desde un punto, puede coger un vuelo hasta la ciudad, atravesar el estrecho desde el aire y ver un panorama desde el avión de la ciudad, el aeropuerto está a 11 kilómetros y dispone de medios de transporte adecuados.
Pero para su fin de semana Tanger, el mejor punto de partida es desde Tarifa o Algeciras, el estrecho se atraviesa rápido ya que cada media hora sale un barco, puede elegir entre ir a Ceuta y pasar la frontera desde la ciudad, aprovechando para conocer un trozo de España diferente, o coger un ferry directo a Tanger, la travesía dura una media hora y tiene la ventaja de que en el propio barco hay una oficina de aduanas, selle su pasaporte durante el trayecto y así no perderá tiempo.
Desde el ferry divisará la ciudad detrás de un moderno puerto, destacando algunos minaretes entre el abigarrado conjunto de edificios. Es una ciudad con muchos años de historia, desde su fundación como ciudad romana y las guerras con Cartago, tras la independencia de Marruecos fue muy conocida como lugar de paso de los espías de ambos bandos durante la guerra fría, al estar estratégicamente situado en un país neutral cerca de Europa.
Una vez allí tiene dos opciones, visitar los lugares turísticos en visitas organizadas, o sumergirse en el ambiente. Es muy recomendable que se sumerja, recorra sus calles, vea sus gentes, pasee por los coloridos zocos llenos de tiendecitas de todo tipo, se sentirá transportado a las mil y una noches, sufrirá a los vendedores ambulantes que le intentarán colocar cualquier cosa a precios de risa, verá a los niños jugar en las esquinas, es muy curioso ver a los policías controlando el tráfico o multando a alguien, se sentirá en un lugar diferente, recuerde que está en un continente diferente.
Tanger tiene muchos rincones a visitar, imprescindible ver la Medina, que es como se denomina al casco viejo de la ciudad árabe, llena de tiendas con un encanto especial. No deje de visitar las múltiples mezquitas de la ciudad, con sus minaretes recubiertos de cerámica, recuerde que son lugares de oración, si quieres pasar pregunte si es posible, no lo haga durante la oración que es cinco veces al día. Respete las costumbres y si no las conoce observe a los demás. Recuerde que son musulmanes, los hombres deben llevar pantalón largo, las mujeres deben usar falda larga que tape las piernas y un pañuelo que cubra cabeza y hombros, quítese los zapatos, no se tumbe nunca en el suelo, no alborote y saque fotos con mesura y sin escándalos.
Coma en un lugar tranquilo y sencillo, el pescado es magnífico habitualmente, pero recuerde que no debe pedir alcohol, aunque en algunos sitios se lo servirán en otros amablemente le recordarán lo dicho por el profeta. Toda comida debe terminar con un té, muy caliente y muy dulce.
Entre los lugares más turísticos puede visitar las cuevas de Hércules, donde se dice que descansó el héroe tras sus doce trabajos, la necrópolis cartaginesa plagada de historia, y no olvide visitar alguno de sus museos, no por sus colecciones sino por sus edificios, no se pierda el museo de la Kasbah en la medina con sus “jardines del sultán», al recorreros se sentirá transportado junto a los grandes sultanes a un imperio que abarcaba todo el norte de África y Al-Ándalus, no deje de visitarlo en su escapada a Tanger.