Nuestro precio incluye:
- Circuito en autobús, 6 días de viaje.
- Recorrido en autocar con guía en español y portugués, seguro básico de viaje, hotel y desayuno tipo buffet.
- Inicio del circuito: Edimburgo
- Final del circuito: Glasgow
- Visitas: Edimburgo, Los Kelpies, Stirling, Pitlochry, Culloden, Inverness, Fort William, Inveraray, Lago Lomond, Glasgow
- Visita panorámica en: Edimburgo
- Barco: Por el Lago Ness
- Entradas: destilería de Whisky en Edimburgo, castillo de Stirling , Castillo de Eilean; Castillo de Urquhart
Alojamientos:
- Edimburgo, 2 noches
- Inverness, 2 noches
- Glasgow, 1 noche
Nuestro precio NO incluye:
- Entradas a Museos, monumentos y otros puntos que no se encuentren detallados en el itinerario.
- Extras en los hoteles.
- Vuelos u otros transportes hasta la ciudad de inicio del circuito Edimburgo
Podemos ayudarle a buscar los vuelos hasta la ciudad de inicio y regreso, solicítelo a nuestros agentes de viajes.
A Escocia por san Andrés
Una de las mejores fechas para visitar Escocia es a finales de noviembre. Las faldas tartán y las cruces del santo apóstol son las insignias que visten los escoceses para celebrar a su patrón. El día 30 del mes los edificios públicos y museos abren sus puertas gratuitamente. Las dos ciudades principales, Glasgow y Edimburgo se visten de gala con fiestas que inundan el ambiente. Aunque la mayor celebración se realiza en la costa, a 80 kilómetros de Edimburgo, donde se custodian los restos del santo. La música y la danza se apoderan de los habitantes de la región, dando lo mejor de sí y mostrando sus mejores galas en los desfiles que recorren las calles principales. Un día en el que no puede faltar el haggis, plato típico de la región, acompañado de whisky nacional.
Las islas Hébridas
Cerca del castillo de Eilean Donan se encuentran las islas Hébridas y la isla Skype. Muñones de tierra se adentran en las aguas del Mar del Norte dando lugar a espectaculares playas y acantilados. Verdes praderas sobre cuyos riscos se alzan victoriosos faros, irresistibles de fotografiar. Los rebaños de ovejas acompañan en el camino que se deja pintar por el blanco de las granjas sembradas a los pies de la costa.
Se trata del paisaje más emblemático de las tierras altas. La cuna de la civilización celta cuyos cementerios resisten el paso del tiempo y cuyos pueblos marineros muestran sus mejores colores para crear hermosas paletas que colorean las aguas casi siempre tranquilas de la zona. La visita a las auténticas tierras escocesas que parecen anquilosadas en el pasado y muestran orgullosas el legado de los pueblos que la habitaron.
Escocia
Whisky, hombres con faldas a cuadros, lagos de leyendas mitológicas, castillos y el legado de la cultura celta. Estos son algunos de los estereotipos que vienen a la cabeza cuando se cita a Escocia. Una tierra que, sin embargo, tiene mucho que ofrecer y deja una huella imborrable en la memoria de quienes la habitan. Más allá de los tópicos, Escocia es un paisaje típico donde el verde parece que se hubiese derramado por doquier, contagiando al espíritu de sus gentes. No se deje engañar, puede que encuentre más simpatía en las gentes de esta región del norte que en la poblada capital del reino.
Edimburgo es la puerta de entrada a Escocia. La Royal Mile determina al centro de la ciudad, en un trayecto custodiado por edificaciones medievales que va desde el Palacio Real al impresionante castillo. Dejando al margen a la Catedral de St Giles. Entre pubs con más historia que botellas en sus vitrinas y comercios inspirados en otra época se alzan algunos de los edificios más emblemáticos. En la catedral, enormes vidrieras tiñen de color su interior. Mientras Tolbooth Canongate alberga la historia de la nación, con su peculiar reloj en la fachada.
Las tierras altas de Gran Bretaña están sembradas de castillos y regadas por lagos. El lago Ness, hogar del mitológico monstruo marino que hasta Cousteau buscó, es una de las paradas obligatorias. No muy lejos el castillo de Eilean Donan, sobre el lago Duich, ha sido escenario de películas y épicas leyendas. Como las que abundan sobre el lago Lomond. En Drovers Inn, una cabaña en la orilla de la mayor superficie de agua dulce de Escocia, se puede dialogar sobre los mitos de la región con los pescadores y cazadores que la toman como sede antes de comenzar el día.