Experimentar la ciudad
Roma no es solo arte y monumentos. Roma es gastronomía, cultura y vida.
La gastronomía romana es famosa en el mundo entero. Las pizzerías abundan por las calles de la ciudad. Se pueden escoger típicas pizzas de panaderías o pizzas rellenas. Para los romanos la pizza rellena de mortadela, «mortaza», es un bocado exquisito. Pero si se es amante de los quesos no se puede pasar sin probar el «supplì al teléfono», un manjar cotidiano en la vida de la ciudad elaborado con arroz y «mozzarella», lo del «teléfono» viene de la forma de hilos que toma el queso al comerlo. Y para terminar, un postre que vuelve loco a pequeños y mayores, un tradicional helado italiano, elaborado artesanalmente siguiendo recetas transmitidas de generación en generación.
El café expreso es otro de los tesoros gastronómicos de los que se puede disfrutar en la ciudad italiana. Entre los romanos existe la costumbre de tomarlo solo y muy cremoso. Tomar un café en una de las terrazas de la ciudad es una experiencia muy gratificante, un modo de observar la vida de los ciudadanos de esta joya que es la ciudad de Roma.
Pasear por la historia
Roma, la ciudad eterna, sede y capital del mayor imperio conocido por el hombre. Roma es uno de los cuatro destinos más visitados del mundo junto a Londres, París y Nueva York. Una ciudad que no necesita presentación, cada rincón, cada calle, cada edificio ha sido testigo del esplendor de un imperio y de la decadencia de una era. Hay cientos de motivos para visitar Roma: su arquitectura, su historia, su romanticismo, su belleza…
Decir Roma es hacer referencia a su pasado. El imponente coliseo, donde gladiadores y fieras se jugaban la vida para entretener al pueblo, es un excepcional punto de partida para conocer la ciudad, sus rincones y sus leyendas. Imaginar las gradas llenas de gente ávida de espectáculo es un motivo suficiente para visitar la ciudad que fue el centro del mundo conocido. No muy lejos de allí el Circo Máximo fue el escenario donde perdieron la vida miles de cristianos. La ciudad que hoy en día es el centro de la Iglesia, fue la misma que la prohibió y luchó contra su proliferación. De aquí a las catacumbas, a las que se puede acceder desde varias iglesias, permiten recorrer el centro de la ciudad por sus entrañas en lo que constituye una red de comunicaciones y un cementerio para los seguidores de Jesús.
La vida de la ciudad se desarrollaba en el foro. Un lugar en el que se puede conocer cómo estaban distribuidas las casas de los antiguos romanos y cómo eran sus principales edificios. Pero Roma también es arte. Las iglesias cristianas de Roma albergan un museo de obras escultóricas y pictóricas sin igual. Pequeños y grandes templos distribuidos por toda la ciudad ofrecen en su interior maravillas que en su día salieron de los talleres de Rubens, Bernini, Miguel Ángel y cientos de artistas que son una referencia mundial hoy en día.
Pasear por las calles y plazas romanas es una experiencia que marca a todo visitante de la ciudad eterna. El Panteón, el Capitolio o la Fontana de Trevi, son algunas de las maravillas que dan encuentro a cada paso. Roma conforma un conjunto arquitectónico sin igual, al que se suma la Ciudad de Vaticano.
El Vaticano es una razón más para visitar Roma. Los Museos Vaticanos rebozan arte por todas sus salas, siendo la Capilla Sixtina la obra cumbre de conjunto. La Basílica de San Pedro y la plaza homónima son una visita imprescindible, un ejemplo mayúsculo del arte romano, un tesoro más de la ciudad.