Circuito por el Medio Atlas en el ven a conocer Chaouen, Fez, Volúbilis y Rabat.
Circuito Bus Tour al Medio Atlas
Circuito Bus Medio Atlas!
Los llamamos los secretos del Magreb. La mayor parte del tour se realiza en la zona central del país, donde las montañas del Atlas se allanan y dan paso a prados, olivares y un lago que poco tiene que ver con el típico paisaje de Marruecos.
Día 1.- Costa del Sol – Tarifa – Tánger – Rabat (CENA)
Salida desde la Costa del Sol y embarque a la hora programada rumbo a Tánger cruzando el Estrecho de Gibraltar. A nuestra llegada, presentación del guía marroquí y continuación a Rabat.Almuerzo en ruta. Comenzaremos por los exteriores del Palacio Real y La Tour Hassan, que se levanta dominando la explanada de la mezquita inacabada con más de 200 columnas; el Mausoleo de Mohammed V construido en recuerdo del sultán que consiguió la independencia del país y en el que los guardias reales, en vistoso traje de gala, montan la guardia. Por último se podrá pasear por la bonita Kasbah de los Oudaiyas con su imponente puerta del siglo XII. Reparto de habitaciones. Cena y alojamiento en hotel.
Día 2.- Rabat-Volubilis-Fez : Visita de fez (almuerzo libre) (MP)
Desayuno. A continuación haremos parada en Volubilis. Estas ruinas se consideran el yacimiento romano mejor preservado del norte de África. A nuestra llegada a Fez, la capital intelectual y religiosa del país, iniciamos la visita con sus 785 mezquitas y su espléndida Medina (ciudad antigua). La visita guiada comienza con los exteriores del Palacio Real y sus 7 puertas, Dar El Majzen, antigua residencia del Sultán, la puerta de Bab Bojloud que decorada con cerámica esmaltada de color azul (el color de Fes) y de color verde (el color del Islam) da acceso al recinto amurallado de la Medina, la más grande del Norte de África declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Durante este auténtico laberinto de más de 2.000 plazas, calles y callejuelas que se ramifican sin cesar, guardando algunos de los más bellos edificios,: palacios, medresas, mezquitas, puertas, fuentes, que sorprenden gratamente al visitante. Se recorrerá la Plaza Es-Seffarin con su espectacular fuente de bella cerámica y en la que verán grabadas en el mármol flores de lis, la Mezquita Quaraouyine, la más conocida de la ciudad con su célebre oración de los viernes, día santo de los musulmanes, construida en el siglo IX y que es el centro más antiguo de enseñanza religiosa. Conocerán el barrio de los tintoreros, de espectaculares colores y el Zoco, donde serán asaltados por ruidos, olores y colores de una muchedumbre que todo lo llena, pareciendo surgir de una página olvidada de la historia. Por la noche posibilidad de acudir a una cena-espectáculo en un restaurante típico. Cena y alojamiento.
Día 3.- Fez- Chaouen- Tanger (MP)
Desayuno y salida hacia Chaouen, una pequeña ciudad encantadora de unos 40.000 habitantes que se encuentra en la Cordillera del Rif, que se elevan por encima del pueblo como dos cuernos, dando así nombre a la ciudad (Chefchaouen en beréber significa: “mira los cuernos”). A unos 660m. de altitud y con muy poco tránsito de coches, se respira un aire limpio y fresco que invita a quedarse unos días para descubrir la belleza del lugar y su entorno. La gran variedad de colores, tiendas y bazares contrastan con el deslumbrante azulado de las casas. Dispondrán de tiempo libre para recorrer su medina. A continuación, salida hacia Tanger. Cena y alojamiento.
Día 4 .- Tánger - Tarifa - Costa del Sol (DESAYUNO)
Desayuno y visita de Tanger. Comenzamos con una amplia panorámica de los barrio residenciales de Tánger durante su periodo independiente como zona internacional. Llegaremos hasta el cabo Espartel, donde el mar Mediterráneo y el océano Atlántico se encuentran, tiempo para montar en camello (opcional). Haremos una visita de las famosas Grutas de Hercules y continuaremos hacia la Kasbah comienza el recorrido a pie hasta llegar a la medina. Aquí los sentidos se agudizan debido a la cantidad de sonidos, olores que nos rodean. Almuerzo libre.Después traslado de vuelta al puerto y embarque a Tarifa. Asistencia de nuestro personal a la llegada y traslado a los puntos de origen. Fin de los servicios.
CIRCUITO DE HABLA HISPANA
*La información contenida en el mapa es orientativa, pudiendo el organizador del viaje cambiarla según la necesidad.
Ciudades de alojamiento previsto.
Ciudades con visitas previstas
Un Viaje al Corazón de Marruecos: 4 Días Entre Historia, Cultura y Encanto!
Siempre había soñado con Marruecos, con sus zocos vibrantes, sus paisajes desérticos y su rica historia. Pero esta vez, quería algo más: una inmersión profunda en la cultura y la historia del país, un viaje que me permitiera explorar sus ciudades más emblemáticas y sentir el pulso de su gente. Cuatro días, tres noches, y un itinerario diseñado para adentrarme en el alma de Marruecos: Rabat, Volubilis, Fez, Chefchaouen y Tánger… un viaje que superó con creces mis expectativas.
Mi aventura comenzó en la Costa del Sol, con la emoción de cruzar el Estrecho de Gibraltar en ferry. Esa travesía fue mi primer encuentro con la magia marroquí: el sol brillando sobre el agua, el aire cargado de sal, la emoción de la llegada a Tánger... Una vez en tierra firme, el viaje continuó hacia Rabat, la capital del reino.
Rabat me recibió con su elegancia y serenidad. La visita a los exteriores del Palacio Real, un despliegue de majestuosidad y grandeza, me dejó sin aliento. La Torre Hassan, testigo mudo de un pasado glorioso, se erguía imponente, y el Mausoleo de Mohammed V, con su impresionante arquitectura, me transmitió la solemnidad y el orgullo de la historia marroquí. El paseo por la Kasbah de los Oudaiyas, con sus casas blancas y azules, fue un bálsamo de paz, un remanso de tranquilidad en el corazón de la ciudad. La cena en un restaurante local, con los sabores y aromas de la cocina marroquí, fue la guinda perfecta de este primer día.
El segundo día fue una inmersión en la historia y la cultura milenaria de Marruecos. La visita a Volubilis fue un viaje en el tiempo, al esplendor del Imperio Romano en el norte de África. Las ruinas de esta antigua ciudad, excepcionalmente conservadas, me permitieron imaginarme la vida cotidiana de sus habitantes hace siglos. Fue una experiencia conmovedora e inspiradora.
Después de Volubilis, llegué a Fez, la joya de la corona de este viaje, la capital intelectual y espiritual del país. La Medina de Fez, un laberinto fascinante de calles estrechas y casas de colores vibrantes, es una de las más grandes y antiguas del mundo. Perderse en sus callejones, descubrir sus rincones ocultos, y disfrutar del aroma de las especias y el bullicio de la vida cotidiana fue una experiencia sensorial inolvidable. La visita a la Plaza Es-Seffarin, con su espectacular fuente, a la Mezquita Quaraouyine, y al barrio de los tintoreros, con sus colores impactantes, me dejó asombrado con la riqueza cultural e histórica de esta ciudad. La noche culminó con una deliciosa cena en un restaurante tradicional, con música y baile, una experiencia que llenó mi alma.
El tercer día me llevó a Chefchaouen, una ciudad que se desliza entre las montañas del Rif. Esta ciudad, famosa por sus casas pintadas de azul, es una postal de ensueño, un lugar donde la naturaleza y la cultura se funden en perfecta armonía. Pasear por sus calles empedradas, disfrutar de su aire puro y limpio, y empaparme del encanto de esta ciudad escondida fue una experiencia relajante y reconfortante.
El último día, regresé a Tánger, para despedirme de Marruecos. La visita panorámica de la ciudad, en su zona residencial, me permitió apreciar su belleza moderna, su contraste con la medina y su posición estratégica en el Estrecho. La visita al Cabo Espartel, donde el Mediterráneo y el Atlántico se encuentran, fue un momento mágico. Desde allí, pude observar la extensión del océano y sentir la fuerza de la naturaleza. La visita a las Grutas de Hércules y el paseo por la medina de Tánger, antes de emprender el viaje de regreso a España, fueron el broche final a esta maravillosa experiencia.
Este viaje a Marruecos no fue solo un recorrido por ciudades y monumentos; fue un viaje al corazón de una cultura rica y fascinante, un viaje que me ha tocado profundamente y que siempre llevaré en mi memoria. La gastronomía marroquí, la hospitalidad de su gente, la belleza de sus paisajes, la riqueza de su historia… todo ello contribuyó a hacer de esta una experiencia inolvidable. Si tienes la oportunidad de viajar a Marruecos, no lo dudes. Te aseguro que será un viaje que nunca olvidarás.
¡Anímate a explorar este país mágico!
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