Vive el Marruecos más genuino con un recorrido completo que fusiona patrimonio, gastronomía tradicional

Nuestro precio incluye:

• Traslados desde Costa del Sol.
• Pasajes Fast Ferry Asistencia en lugar de llegada.
• Transporte en Marruecos.
• Alojamiento en Media Pensión.
• 8 desayunos, 1 almuerzo y 7 cenas.
• Guia Acompañante (a partir de 10 personas).
• Guías locales Maleteros (no en pasos fronterizos).
• Alojamiento en Jaima.
• Tasas turísticas del alojamiento.
• Seguro de viaje de asistencia.

No incluido:

• Bebidas.
• Extras y gastos personales.
• Propinas.
• Excursiones opcionales.
• Seguros opcionales.
• Cualquier otro servicio no mencionado en el apartado "¿Qué incluye?" o en el itinerario.

HOTELES PREVISTOS O SIMILARES:

CATEGORIA OPCIÓAN A:

• Hotel Oum Palace 4**** (Casablanca)
• Hotel Zalagh Kasbah & Spa 4* (Marrakech)
• Hotel Karam Palace 4**** (Ouazarzate)
• Hotel Chergui 4**** (Erfoud)
• Ideal Desert Camp (Merzouga)
• Hotel Menzeh Zalagh 4**** (Fez)
• Hotel Hilton Garden Inn 4****Sup (Tánger)

CATEGORIA OPCIÓN B:

• New Hotel piscine, Spa & Wellness 5***** (Casablanca).
• Hotel Adam Park 5* (Marrakech).
• Hotel Le Berbere Palace 5* (Ouazarzate).
• Hotel Xaluca Kasbah Maadid 4****Sup (Arfoud).
• Ideal Desert Camp (Merzouga).
• Hotel Zalagh Parc Palace 5***** (Fez).
• Hotel Hilton City Center & Residences 5***** (Tánger).

VISITAMOS:

1. Rabat
2. Casablanca
3. Marrakech
4. Ait Ben Haddou
5. Boumalne de Dades
6. Merzouga
7. Arfoud
8. Rissani
9. Ifrane
10. Fez
11. Chaouen
12. Tánger

No te pierdas este interesante circuito por las Rutas de las Kasbahs!

Documentación necesaria

ITINERARIO DETALLADO:

Día 1 Costa del sol – Tánger – Rabat - Casablanca (Cena)

El primer día comienza temprano, partiendo desde los diferentes puntos de la Costa del Sol. Atravesamos paisajes andaluces mientras nos dirigimos al puerto de Tarifa, donde tomaremos el ferry rápido a Tánger, la ciudad que da la bienvenida a África desde su ventana atlántica. Tras los trámites fronterizos y el encuentro con nuestro guía marroquí, salimos por carretera hacia la ciudad imperial de Rabat, capital actual del Reino. Almuerzo libre en ruta o en la propia ciudad, según el horario de llegada. Durante el trayecto atravesamos fértiles llanuras y pueblos costeros, hasta llegar a Casablanca, la metrópolis económica del país, elegante y moderna, pero profundamente conectada a su historia. Instalación en el hotel, cena y alojamiento.

Día 2 Casablanca - Marrakech (desayuno y cena).

Tras el desayuno, breve panorámica de Casablanca, la capital económica del país y ciudad portuaria vibrante con alma occidental y corazón marroquí. Durante el recorrido, admiraremos la elegante arquitectura colonial de la Avenida Hassan II, el corazón institucional en la Plaza de las Naciones Unidas y los exteriores del Palacio Real, rodeado por jardines cuidados que muestran la sobriedad del poder en esta metrópolis. Pero sin duda, el gran protagonista es la imponente Mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo, construida sobre las aguas del Atlántico. Su minarete de 210 metros vigila el horizonte como un faro espiritual. Recomendamos visitar su interior (opcional).
Almuerzo libre en Casablanca, donde se puede disfrutar de pescado fresco, pastilla de marisco o una deliciosa harira en alguno de sus modernos cafés. Después del almuerzo, salida hacia Marrakech, joya del sur. La llegada será por la tarde y tras la instalación en el hotel, quienes lo deseen podrán disfrutar de una experiencia única: la excursión opcional “Marrakech by Night” en calesas de caballos, recorriendo la ciudad iluminada hasta la plaza de Jemaa el-Fna, donde la noche se transforma en leyenda. Cena y alojamiento en el hotel.

Día 3 Marrakech - Ait Ben Haddou - Ouarzazate (desayuno y cena).

Desayuno y salida temprana para descubrir los tesoros de Marrakech, ciudad imperial que late con fuerza entre los muros de su medina. La jornada comienza en el estanque de la Menara, símbolo de la ciudad desde el siglo XII, rodeado por olivares y regado por ingeniosas khetaras que traen el agua desde el Atlas. Visitamos después el Palacio de la Bahía, obra maestra de la arquitectura marroquí con patios ornamentados, mosaicos, artesonado y jardines de naranjos. Cruzamos los zocos tradicionales, descubriendo los gremios de artesanos y el corazón de la plaza Jemaa el-Fna, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, donde encantadores de serpientes, contadores de historias y músicos gnawa dan vida al alma de la ciudad. Tras la visita, salimos en dirección a las montañas del Alto Atlas por el paso de Tizi N’Tichka, a 2.260 m de altitud. Almuerzo libre en ruta. Por la tarde, llegamos a la Kasbah de Ait Ben Haddou, Patrimonio Mundial por la UNESCO y escenario de innumerables películas como Gladiator y Juego de Tronos. Paseo por este ksar fortificado antes de continuar hacia Ouarzazate, la “ciudad del cine” marroquí. Cena y alojamiento en el hotel.

Día 4 Ouarzazate - Gargantas del Todra - Erfoud (desayuno y cena).

Tras el desayuno, comenzamos un día lleno de belleza natural y paisajes legendarios. Cruzamos el Valle del Drâa y llegamos a Kelaat M’Gouna, conocida por el cultivo de rosas. Cada primavera se celebra un festival dedicado a esta flor que perfuma el aire y embellece la región. Pasamos por Boumalne du Dadès, puerta de entrada a las gargantas, y seguimos hacia las majestuosas Gargantas del Todra, un desfiladero de paredes verticales de más de 300 metros que encierra el eco del agua y el tiempo. Tiempo libre para el almuerzo y continuación hacia Erfoud, ciudad sahariana, conocida por su cantera de fósiles, sus mercados de dátiles y como antesala del gran desierto. Cena y alojamiento en el hotel.

Día 5 Erfoud - Merzouga (desayuno y cena).

Desayuno. Partimos hacia Merzouga, la antesala de las majestuosas dunas de Erg Chebbi. Allí, el paisaje se convierte en poesía: arena dorada, cielo abierto y un silencio que toca el alma. Opcionalmente, se puede realizar una excursión en 4x4 por los oasis y aldeas nómadas, incluyendo visita a Khamlia, poblado de músicos gnawa descendientes de esclavos africanos. Por la tarde, iniciamos nuestra caravana de dromedarios para adentrarnos entre las dunas. La puesta de sol sobre Erg Chebbi es uno de esos momentos que se graban en la memoria para siempre. Llegada al campamento, recepción con té, cena tradicional y velada musical bajo las estrellas. Alojamiento en jaimas confort.

Día 6 Merzouga - Ifrane - Fez (desayuno y cena).

Desayuno temprano y salida rumbo norte. Cruzamos el Medio Atlas, dejando atrás el desierto y adentrándonos en paisajes verdes, cumbres boscosas y valles fértiles. Pasamos por Midelt, tierra de manzanos, y por los bosques de Azrou, hogar del mono de Berbería. Parada en Ifrane, sorprendente ciudad de estilo alpino, apodada “la Suiza de Marruecos” por su limpieza y urbanismo europeo. Llegada a Fez por la tarde, ciudad imperial y corazón cultural del país. Cena y alojamiento en el hotel.

Día 7 Fez (desayuno y almuerzo).

Tras un merecido descanso, el viajero dispone de la mañana libre para disfrutar de Fez a su ritmo: relajarse en un hammam tradicional fassí, con su ritual de vapor perfumado, exfoliación y té con hierbabuena, o simplemente descansar en el hotel. Antes del mediodía comienza la visita a Fez el-Bali, la medina más antigua del mundo islámico, fundada en el siglo VIII por Idris I y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un laberinto de más de 9.000 callejuelas sin coches, solo pasos, miradas y oficios. Admiramos el Palacio Real (Dar al-Makhzen), con sus siete puertas de bronce, y atravesamos la emblemática Bab Boujloud, la “Puerta Azul”. La ruta nos conduce a la madraza Bou Inania, joya de simetría y caligrafía cúfica. Entre zocos de especias, tintes, babuchas, alfombras, aceite de argán y farmacias tradicionales, la medina se convierte en un teatro vivo. Artesanos trabajan como antaño: curtidores en las tenerías de Chouara, caldereros en Seffarine, bordadoras, ebanistas y ceramistas. Visitamos también la universidad de Al Quaraouiyine, fundada en el 859 por una mujer, símbolo de sabiduría y espiritualidad. El almuerzo se disfruta en un riad tradicional con platos emblemáticos como el tajine de Kefta, por ejemplo, seguido de té servido con hierbabuena. Por la tarde, tiempo libre para explorar o descansar. Fez no se recorre se atraviesa como un espejo del alma, que devuelve al pasado, despierta los sentidos y enseña que la belleza habita en perderse. Cena libre y alojamiento en el hotel.

Día 8 Fez - Chefchaouen - Tánger (desayuno y cena)

Tras el desayuno, nos dirigimos hacia el norte. El Rif nos recibe con sus colinas verdes y sus pueblos suspendidos en el tiempo. Llegamos a Chefchaouen, la perla azul de Marruecos, encajada entre montañas. Fundada por exiliados andalusíes, su medina pintada en tonos celestes y añil ofrece una experiencia mágica. Pasearemos por sus calles, su plaza central Outta el Hammam, y descubriremos pequeños talleres de artesanía y tiendas con productos únicos. Tiempo libre para el almuerzo (no incluido) y continuación hacia Tánger. Cena y alojamiento en el hotel.

Día 9 Tánger - Tarifa - Costa del Sol (desayuno)

Desayuno y traslado al puerto para cruzar en ferry de regreso a Tarifa. Llegada a la Costa del Sol y fin de nuestros servicios.

Explora oasis, medinas, montañas y dunas en un circuito diseñado para vivir Marruecos con autenticidad, comodidad, acompañamiento experto y experiencias inolvidables en cada destino.

CIRCUITO DE HABLA HISPANA

¡Hola, trotamundos! Antes de que te lances a la aventura por las fascinantes tierras de Marruecos, queremos compartir contigo algunas cosillas importantes para que tu viaje sea ¡inolvidable por los mejores motivos!

Sobre los hoteles y campamentos: Aquí, en Marruecos, las estrellas de los hoteles brillan de forma un poco diferente a lo que estás acostumbrado en Europa. ¡No te sorprendas si las categorías no son exactamente iguales! Los campamentos, por su parte, no tienen categoría oficial, pero te prometemos experiencias auténticas bajo el cielo estrellado. Ah, y si viajas con más amigos, ten en cuenta que las habitaciones triples a veces tienen una cama adicional, que puede ser una litera o un plegatín. ¡Lo ideal para un grupo de amigos de toda la vida!

Cambios de última hora: Si por alguna razón fuera necesario hacer un cambio en los hoteles o campamentos, no te preocupes, ¡tenemos un plan B! Te ofreceremos una alternativa similar en la misma categoría que la que reservaste.

Equipaje, ¡ese amigo inseparable!: Sabemos que tu maleta es como tu segunda casa durante el viaje, pero en caso de que la aerolínea o la naviera la pierdan, te tocará a ti hacer la gestión de la reclamación directamente con ellos.

Para los viajeros con movilidad reducida: Marruecos es un país lleno de encanto, pero algunos lugares, hoteles y transportes aún no están adaptados para sillas de ruedas. Si necesitas asistencia especial, por favor, háznoslo saber antes de reservar para poder ayudarte de la mejor manera.

Si tienes alguna alergia o intolerancia alimentaria: ¡No te quedes con el estómago vacío! Cuéntanos tus necesidades especiales antes de llegar a Marruecos. Haremos todo lo posible por encontrar opciones deliciosas para ti, aunque no podemos garantizar menús especiales en todos los lugares.

El viaje es un pack completo: Ten en cuenta que el circuito que has elegido incluye un paquete completo de experiencias. Si decides no disfrutar de algún servicio por motivos personales o cualquier otra razón, no será posible realizar devoluciones o descuentos.

Compañeros de viaje geniales: Durante el viaje, te pedimos que seas respetuoso con el resto del grupo y con el desarrollo del tour. Si por alguna razón, tu comportamiento afecta al disfrute del viaje para los demás, tendríamos que pedirte que te despidieras del grupo antes de tiempo, sin posibilidad de reembolso.

Tarjeta de crédito en mano: En la mayoría de los hoteles, te pedirán una tarjeta de crédito o un depósito en efectivo como garantía para los extras que puedas necesitar, como llamadas telefónicas, consumiciones en el bar o lavandería.

Documentos al día: Recuerda que es tu responsabilidad tener tu documentación en regla y con la validez necesaria para entrar y salir de Marruecos. ¡Consulta las últimas novedades antes de tu viaje!

¡Y eso es todo, aventurero! Estamos deseando que descubras la magia de Marruecos con nosotros. ¡Prepara tu mochila y empieza la cuenta atrás!

Siempre que inicio el Circuito Bus Gran Desierto, siento la misma emoción que la primera vez que acompañé a un grupo a cruzar la frontera entre dos mundos: Europa y Marruecos. Este circuito, que se extiende a través de ciudades imperiales, paisajes desérticos, fortalezas ancestrales y enclaves mediterráneos llenos de historia, no es simplemente un viaje organizado, sino un recorrido iniciático hacia la esencia más profunda del Magreb. A lo largo de estos nueve días, voy observando cómo los viajeros cambian su forma de ver el mundo, como si el desierto, las montañas y las medinas los moldearan poco a poco.

El Circuito Bus Gran Desierto tiene un ritmo propio: no se vive a través de un calendario, sino mediante sensaciones, aromas, monumentos y encuentros inesperados con la cultura marroquí. Nada empieza en un día ni termina en otro, sino que todo fluye como el propio viaje. Desde los primeros momentos, cuando cruzamos desde el Estrecho hacia Tánger, el viajero siente que algo en su interior se abre a lo desconocido. Tánger, con su carácter cosmopolita, nos recibe con una mezcla de tradición y modernidad. Aunque nuestra estancia en la ciudad es breve, siempre me gusta comentar una anécdota que fascina a mis grupos: durante décadas, Tánger fue un territorio internacional, refugio de artistas, escritores y personajes misteriosos que vivían al margen de cualquier jurisdicción. Los cafés emblemáticos de la ciudad todavía guardan historias de espías y aventureros.

Cuando avanzamos hacia Rabat, el ambiente cambia. La capital del reino muestra una elegancia tranquila, con bulevares amplios, paisajes cuidados y monumentos que revelan siglos de historia. Los visitantes suelen maravillarse ante la Torre Hassan y el Mausoleo de Mohamed V, aunque más allá de las construcciones, lo que realmente impacta es la convivencia entre modernidad administrativa y raíces tradicionales. En la zona de la medina, muchas veces recomiendo buscar artesanía local: cuero, alfombras y cerámica con diseño zellige. Los precios suelen ser buenos y la autenticidad está garantizada.

Casablanca, por su parte, ofrece un contraste evidente. Es una metrópolis activa, moderna y con un marcado carácter económico. Sin embargo, su esencia marroquí se impone cuando se contempla la Mezquita Hassan II. Desde el exterior, sus líneas son majestuosas; desde el interior (en caso de visitarlo), cada detalle habla de un refinamiento extremo: mármoles, maderas nobles, lámparas talladas y un ingenioso sistema que permite abrir el techo en días especiales. Uno de los almuerzos libres suele ser aquí, donde recomiendo platos como la pastilla de marisco, pescados frescos a la parrilla o la clásica harira, una sopa especiada perfecta para cualquiera que quiera adentrarse en los sabores locales.

El viaje hacia Marrakech abre una puerta sensorial imponente. Marrakech no se visita: se vive. Su Medina es un organismo vivo, donde cada callejón vibra con actividad. Durante el recorrido, los viajeros descubren la Menara, un estanque que ha sido símbolo de la ciudad durante siglos; el Palacio de la Bahía, con sus detalles arquitectónicos que evidencian la maestría de los artesanos marroquíes; y, por supuesto, la plaza Jemaa el-Fna, uno de los mayores escenarios urbanos del mundo. La plaza se transforma según la hora: de día es un hervidero de comerciantes y curiosos; de noche, un espectáculo de luces, aromas, músicos gnawa y narradores de historias. Muchos visitantes encuentran allí el recuerdo perfecto: lámparas de cobre, aceites esenciales, babuchas o pequeñas piezas de madera tallada.

Abandonamos Marrakech sin abandonar la fascinación, especialmente cuando atravesamos el Alto Atlas por el paso de Tizi N’Tichka, con sus paisajes montañosos que parecen tocar el cielo. En este tramo, siempre comento historias de caravanas antiguas que cruzaban estas rutas llevando sal, especias y tejidos. La llegada a la Kasbah de Ait Ben Haddou es, sin duda, uno de los momentos culminantes del Circuito Bus Gran Desierto. Este ksar, Patrimonio de la Humanidad, conserva su arquitectura de adobe como testimonio vivo del modo de vida tradicional bereber. Además de su belleza histórica, es conocido por haber sido escenario de rodajes como Gladiator, Lawrence de Arabia o Juego de Tronos. Los viajeros suelen disfrutar fotografiando sus torres almenadas al atardecer.

Más al sur, los paisajes se vuelven áridos, intensos y profundamente evocadores. En Boumalne de Dadès y Kelaat M’Gouna, el contraste entre oasis, cultivos y montañas sorprende. Allí explico la importancia de la rosa damascena, cuya fragancia se exporta a todo el mundo. En las Gargantas del Todra, los viajeros caminan entre paredes verticales de roca que superan los 300 metros. Este lugar, además de impresionante, está lleno de historias de pastores nómadas y caravanas antiguas.

En Erfoud comienza la transición al paisaje desértico. La ciudad es conocida por su industria de fósiles —muchos visitantes compran pequeños ammonites o piezas talladas de mármol fósil— y por ser puerta del Sahara. No obstante, nada prepara para la emoción que provoca Merzouga. Allí, en el Erg Chebbi, las dunas adquieren tonalidades doradas, rojizas y anaranjadas según el momento del día. La experiencia del dromedario hacia el campamento es una de esas vivencias que quedan grabadas para siempre: silencio, viento suave, horizontes infinitos. En el campamento, la cena tradicional —siempre servida en menú cerrado y en mesas compartidas— permite degustar cous cous, tajines aromáticos, sopas especiadas y dulces de miel y almendras. Después, la música al son de tambores acompaña la observación de un cielo nocturno indescriptible.

Avanzando hacia el norte, el Medio Atlas sorprende por su estilo completamente diferente. En Ifrane, apodada “la Suiza de Marruecos”, los viajeros encuentran calles impecables, techos a dos aguas y un ambiente europeo inesperado. En Fez, en cambio, todo es tradición profunda, espiritualidad y artesanía. Su medina, la más antigua del mundo islámico, es un laberinto fascinante donde cada calle conduce a un gremio diferente. Las tenerías de Chouara son, sin duda, uno de los puntos que más impactan: el proceso artesanal de teñido se mantiene como hace siglos. Las compras más recomendadas aquí son cerámica fassi, babuchas, perfumes artesanales, aceites naturales y bordados. El almuerzo típico dentro de la medina suele incluir tajines elaborados a fuego lento, cuscús con verduras, kefta especiada y dulces tradicionales.

El norte nos lleva a Chefchaouen, la ciudad azul suspendida en la montaña. Cada pared, escalón y puerta pintado en tonos celestes convierte el paseo en una experiencia visual única. Muchos viajeros aprovechan para comprar artículos de lana, jabones naturales, cuadros y artesanía en madera. Finalmente, el regreso a Tánger marca el cierre natural de esta travesía que ha abarcado mares, montañas, desiertos y ciudades imperiales.

A lo largo de todo el circuito, cuando el grupo supera los diez participantes, un guía acompañante se mantiene siempre disponible, apoyando al viajero en consultas, decisiones o recomendaciones. Es un pilar fundamental para garantizar comodidad y orientación permanente.

El Circuito Bus Gran Desierto es, en esencia, un viaje sensorial, cultural y emocional. No solo une destinos, sino que conecta personas con la historia, la geografía y la esencia más pura del norte de África.

__ Frank Travel

Para ver la información detallada de los puntos y horarios de salida debe seleccionar la zona desde donde desea salir.