Viajar a Nueva York | Semana Santa en Nueva York

Nuestra oferta incluye:

• Billete de avión con la compañía Iberia
• Traslados de entrada y salida con asistencia en castellano.
• 6 noches de estancia en el hotel Roosevelt, en régimen de solo alojamiento.
• Visita del Alto y Bajo Manhattan.
• Seguro de viaje
• Tasas aéreas y Carburante (390€ a reconfirmar en el momento de la emisión)

NO LO DEJES ESCAPAR, PLAZAS MUY LIMITADAS

Documentación necesaria

DIA 1º.- ESPAÑA-NUEVA YORK.

Presentación en el aeropuerto 3 horas antes de la salida, para embarcar en vuelo de línea regular en clase turista, con destino Nueva York. Llegada, asistencia, y traslado la hotel elegido. Alojamiento.

DIAS INTERMEDIOS.-NUEVA YORK

Días libres para disfrutar de la ciudad. Incluye visita del Alto y Bajo Manhattan. Alojamiento.

ÚLTIMO DIA.- NUEVA YORK - ESPAÑA

A la hora previamente indicada, traslado al aeropuerto de Nueva York. Trámites de facturación y embarque en avión, en clase turista, con destino España. Noche a bordo. Llegada y fin de nuestros servicios

The High Line

No contentos con la magnificencia de Central Park, los neoyorquinos inauguraron en 2009 un parque elevado. Aprovechando las antiguas vías férreas que llevaban al puerto del río Hudson se alza un moderno parque de más de dos kilómetros. Plantas silvestres, bancos para descansar y miradores se alternan con copas de árboles que crecen unos metros más abajo, convirtiéndose en el destino favorito de muchos visitantes que buscan la nueva Nueva York.

Cómete Nueva York

El abanico de culturas que se dan lugar en Nueva York se refleja en su oferta gastronómica. Para desayunar se puede optar por un Bagels, una rosca de pan al ajo, cebolla o integral, que se puede acompañar con crema de queso. Aunque también se puede elegir un rolls, sándwich con huevo que toman los neoyorquinos con una taza de café.
El almuerzo ofrece múltiples opciones, pero lo recomendable es dejarse llevar por el ajetreo de la ciudad y pedir un combinado en alguno de los carritos que abundan por las calles. Se puede escoger entre burritos, kebabs, comida hindú, china... o un tradicional perrito caliente al estilo neoyorquino. Y cuando cae la noche un trozo de pizza en algunos de los puestos próximos a los teatros mata el gusanillo hasta el final de la función.

Nueva York bien merece una visita. Recorrer las calles, parques y avenidas que películas y series de televisión han plasmado hasta hacerla una ciudad familiar. Una ciudad en constante cambio, como cambio ha sufrido desde que en 1626 los holandeses compraron lo que hoy ocupa Manhattan por 25 $ y la llamaron Nueva Ámsterdam.

De Central Park a la Estatua de la Libertad

La ciudad de Nueva York es inmensa y tiene mucho que ofrecer. Sus barrios periféricos se llenan de arte alternativo y de mansiones enormes que son monumentos en sí mismas. Pero visitar la ciudad de los rascacielos implica un paseo por sus tesoros más emblemáticos, cuyo punto de partida es el Central Park.

Más de noventa kilómetros de caminos recorren el parque de una punta a otra. Senderos que se llenan de neoyorquinos ávidos de escapar de la jungla de asfalto para adentrarse en este hermoso jardín de estilo inglés. Un gran escenario donde continuamente se representan obras de teatros y conciertos, acompañados por castillos, lagos y puentes, en una armonía de colores que dista mucho de que espera tras sus rejas.

Entorno al parque hay una amplia oferta cultural presidida por los museos de Historia Natural, Guggenheim y MOMA. Aunque uno de los lugares más visitados es la plaza del complejo de edificios que conforman el Rockefeller Center. Las tiendas de moda, la pista de hielo en invierno y los vestíbulos de los edificios colindantes son algunos de los atractivos.

La Quinta Avenida discurre paralela a los grandes edificios que en la década de los treinta cubrió de rascacielos, a cual más impresionante, el cielo de Nueva York. Lo primero que se reconoce es la aguja del edificio Chrisler como remate una torre de estilo Art Decó. Al que desbancó como edificio más alto del mundo el vecino Empire State. Desde su mirador se pueden observar las vistas que debió tener King Kong en su incursión a la Gran Manzana.

Chinatown se interpone en el camino hacia Brooklyn. Los edificios pierden altura pero ganan encanto sus calles, concretamente Mott Street. A finales de enero esta calle, origen del barrio chino neoyorquino, es el escenario donde dragones multicolores celebran el nuevo año. Avanzando algunas calles parece que Italia ha desembarcado en Nueva York. Un trozo de Nápoles, hoy conquistado por los vecinos orientales.

Wall Street, meca del mundo financiero, fue en su día lugar escogido por los holandeses para asentarse. De hecho, el reformado templo de la Iglesia de la Trinidad fue en tiempo el único vestigio cristiano de estas tierras.

El Puente de Brooklyn, paralelo al de Manhattan, salva el río East y permite adentrarse en un barrio polivalente. La zona de Williamsburg se ha convertido en una referencia cultural alternativa, con más de sesenta galerías de arte, tiendas de discos y músicos paseando por doquier.

En la bahía, dando la bienvenida a los que buscan el sueño americano se alza imponente la Estatua de la Libertad, desde cuya corona se tiene una espectacular vista de Nueva York.

Para ver la información detallada de los puntos y horarios de salida debe seleccionar la zona desde donde desea salir.