Para comenzar empecemos con una pequeña reseña histórica de la ciudad, La Habana es la capital de la República de Cuba, fue fundada con el nombre de Villa de San Cristóbal de La Habana el 16 de noviembre de 1519 por Diego Velázquez de Cuéllar. Su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En La Habana se puedan revivir acontecimientos que conducen a una revolución y sentir consecuencias en las calles. En la Habana Vieja, podemos explorar los museos, visitar el hogar de Ernest Hemingway y disfrutar de la cultura de un pueblo sencillo y humilde. Cultura, calles con adoquines añejos, palmeras que en una brisa tropical se mecen bajo el radiante sol del Caribe y un lugar cautivador que se combina para formar un destino increíble e irresistible.
En toda visita a La Habana no podemos perdernos los siguientes lugares y monumentos:
La Plaza de La Revolución
Este emblemático lugar, punto de reunión de cientos de miles de cubanos durante el régimen de Fidel Castro, se ha convertido en parte del itinerario de cualquier turista. En el centro encontramos el monumento a José Martí, héroe de la independencia cubana. En los alrededores de la plaza encontraremos el edificio del Ministerio del Interior con el emblemático rostro de Ernesto “Che” Guevara.
Un paseo por el Malecón
Podrás sentir una sensación especial a lo largo de este emblemático paseo, encontramos una bella vista de la costa habanera y los edificios coloniales que dan a la mar, desde La Habana vieja hasta la zona más moderna de La Habana.
Ceremonia del cañonazo en El Morro
Una antigua fortificación llamada El Morro alberga noche con noche un espectáculo peculiar. Jóvenes cubanos que realizan el servicio militar se encuentran uniformados de la misma manera en que lo hacían los soldados españoles hace unos cuantos siglos. Una pequeña escolta realiza el disparo de uno de los cañones de manera simbólica pues durante la época colonial se realizaba para indicar la apertura o cierre del puerto de La Habana. En el lugar encontraremos un museo, tiendas de artesanías y souvenires y algunos establecimientos de alimentos y bebidas.
Un Mojito en La Bodeguita y un daiquiri en el Floridita.
No podemos dejar de visitar algunos de los lugares favoritos del afamado escritor Ernest Hemingway. El restaurante La Bodeguita del Medio es famoso por el sabor de sus refrescantes Mojitos pero también por el gran sabor de la comida tradicional cubana, todo un deleite.
Del Floridita se dice que, a Hemingway sólo le bastó una visita para quedar prendado por siempre de uno de los más emblemáticos rincones de la Habana y de Cuba “La Cuna del Daiquirí” fue allá por los años 30, cuando escribía el borrador de Por quién doblan las campanas. Siempre que usted visite el Floridita encontrará un calor humano, que lo hará sentirse el Rey del mundo, conocerá de los placeres del paladar, tanto por sus bebidas como por sus comidas, quedará atrapado como muchos otros, que en los largos años de servicio de este majestuoso lugar así lo han reconocido.
El Capitolio.
Se dice que es una réplica del capitolio de los Estados Unidos, sin embargo, es uno de los edificios icónicos de La Habana y, por supuesto, uno de los indispensables en nuestro itinerario. Construido en 1929, se ha conservado a través de los años, además es uno de los más fotografiados de toda la ciudad. Punto de partida y referencia para muchos que visitan la ciudad.
Visitar La Habana Vieja.
Es el barrio antiguo de la ciudad, el centro histórico y patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Aquí encontraremos un gran número de edificios coloniales, plazas, restaurantes, hoteles, hostales y demás atractivos. Si andamos, podremos encontrar lugares como la Catedral de La Habana.
Comer en un paladar
Los paladares son lugares en el que podemos probar la verdadera comida cubana, pues están dentro de las casas de los habitantes, lo que hace que se viva un ambiente muy agradable. Si lo que buscan es probar marisco, es ampliamente recomendable que visiten alguno de los distintos paladares, al igual que el Barrio Chino de La Habana justo detrás del capitolio.
El Cristo de La Habana
Para terminar nuestro paseo podemos visitar El Cristo de La Habana. Este sitio es uno de los rincones mas recomendables, de donde traerá un agradable recuerdo, ya que se puede observar gran parte de la ciudad desde este lugar elevado.
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