La capital de Egipto, El Cairo, recibe anualmente millones de visitantes. Su particular atmósfera, el febril movimiento de sus calles, los milenarios bazares y sus incomparables legados históricos conforman una propuesta turística digna de explorarse.
No solo las monumentales pirámides convocan a los asombrados viajeros: la hospitalidad de los cairotas es una actitud que se recibe con mucho agrado. La ciudad cuenta con numerosas atracciones, una excelente infraestructura hotelera y gastronómica y una oferta cultural muy variada.
Un punto de partida ideal para comenzar a recorrer El Cairo es su centro histórico donde se encuentran diversos templos musulmanes, cristianos y judíos y la famosa ciudadela de Saladino. Esta fortaleza rodeada de muros fue construida en 1176 y aloja una espectacular mezquita cubierta totalmente de alabastro, además de otras cuyas doradas cúpulas dominan el paisaje.
En la zona antigua se halla también el barrio copto cuyo museo conserva más de mil papiros del siglo IV. Un sitio que no puede dejar de disfrutarse es el mercado al aire libre Jan el-Jalili. Esta área comercial tradicional es uno de los símbolos culturales más populares de Egipto. Sus callejuelas pobladas de tiendas exponen miles de mercancías a cuál más colorida y aromática y sus cafés son un punto de reunión especial para apreciar las costumbres y la idiosincrasia de los pobladores.
Tanto el arte moderno como las más valiosas reliquias encuentran su lugar en los museos de la ciudad. La exposición que atesora las antigüedades más representativas del país consta de más de cien salas, entre ellas la dedicada a Tutankamón que reúne los objetos hallados en su tumba. La galería de las momias es otro de los sectores de mayor atracción del museo ubicado en la plaza Tahrir. Situada también en la zona céntrica, una recreada villa faraónica invita a gozar de una inolvidable experiencia, evocando el estilo de vida del antiguo Egipto. Sin duda alguna, las pirámides son los puntos de interés más demandados del país. La de Keops, la más importante de todas, y las de Kefrén y Micerinos se encuentran en Guiza, a unos veinte kilómetros de la capital nacional. La gran pirámide de Keops puede ser visitada en horario diurno y durante la noche es posible disfrutar de un animado espectáculo de luz y sonido. Contrastando con estas incomparables y misteriosas estructuras, Dream Park es un moderno espacio de entretenimiento erigido en sus cercanías. Propone innumerables actividades recreativas destinadas a los niños y cuenta con teatros y salas de concierto para los mayores.
Tomar un vuelo de poco más de una hora desde El Cairo a Abu Simbel es una decisión que brinda grandes satisfacciones a los amantes de la arqueología. Es que allí se encuentran los majestuosos templos excavados en la roca y construidos en honor a Ramsés II y Nefertari. Habiendo quedado ocultos por la arena durante siglos, las edificaciones fueron encontradas entre 1813 y 1817 por exploradores suizos e italianos. Forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1979. En el año 1968 debieron ser trasladados desde su emplazamiento original debido a que corrían el riesgo de quedar sumergidos luego de la construcción de la represa de Asuán. Los templos de Abu Simbel, situados en una empinada colina con vista al río Nilo, se caracterizan por su gran tamaño, sus estatuas y bajorrelieves. Cuando la noche cubre el inmenso desierto, sus imponentes fachadas son iluminadas y sobre ellas se proyectan imágenes que relatan la historia de estas colosales ruinas. Los afortunados turistas tienen la oportunidad de participar de una exhibición de colores y sonido difícilmente olvidable.