Guía turística para descubrir Zúrich

Viaje a Zurich

Zurich Skyline

Se dice de Zúrich que es una ciudad entregada a las finanzas. Siete de cada diez habitantes viven en Zúrich porque trabajan en algunas de las grandes empresas que tienen aquí su sede. Pero la capital suiza es mucho más que números y contables vestidos con trajes de chaqueta. Os proponemos conocer la Zúrich más coqueta, la más íntima y cultural. Pasearemos por algunos de sus más de 50 museos, tomaremos café con exquisitas trufas y gozaremos de las vistas más hermosas de Zúrich, tanto desde el agua como desde las alturas. Haz la maleta porque comienza el viaje a Zúrich.

Datos de interés

Antes de empezar nuestro viaje debemos apuntar algunos datos de interés. En Zúrich, como en toda Suiza, el idioma oficial es el alemán. El país pertenece a la Unión Europea, aunque mantiene su propia moneda, el franco. Un franco equivale a 80 céntimos, aproximadamente. Para entrar en el país solo es necesario el DNI. La temperatura media en verano es de 22 ºC, mientras que en pleno invierno baja a 2 ºC bajo cero. Si viaja a Zúrich para hacer compras debe saber que el IVA es del 8% y que puede solicitar la devolución en la aduana. Y si eres fumador, abstente de fumar en lugares cerrados, está prohibido desde 2010.

5 visitas imprescindibles en Zúrich

El río Limmat es la columna vertebral de Zúrich. En el se fijaron los romanos cuando construyeron la que hoy en día es la capital sueca, concretamente en el lugar en el que río se agranda pretendiendo ser un mar, el lago Zúrich. El río nos sirve también como puerta de entrada y guía turística para recorrer la ciudad suiza.

Primera parada: la Estación Central
La Estación Central de trenes de Zúrich sirve de recepción a muchos de los viajeros que llegan a la ciudad. El edificio tiene poco que ofrecer en cuanto a diseño y construcción, pero sí es una referencia por el gran número de tiendas en las que comprar souvenirs en cualquier día de la semana. A la salida siempre hay quien se hace una foto ante el monumento de Alfred Escher, un notable político suizo del siglo XIX.
Próxima a la estación está la oficina de turismo de Zúrich, donde nos informan de las visitas imprescindibles y los medios de transporte para conocer la ciudad. En Zúrich hay dos opciones muy recomendables: la bicicleta, que gana adeptos cada día, como en otras ciudades europeas y el tranvía. Un billete cuesta algo más de 2 euros, pero por 8 francos (6,65 euros) se puede comprar un bono para todo el día.

Museo Nacional de Suiza
Junto a la Estación Central, en un edificio centenario con apariencia de castillo urbano, Suiza muestra toda su historia y parte de su patrimonio en el Museo Nacional de Suiza en Zúrich, el Landesmuseum. De la construcción destacan sus puntiagudas torres y cuidados patios, inspiradas en los palacios franceses. El Museo Nacional es una visita obligada para todo turista que viaja Zúrich. En sus salas se encuentra desde el arte más moderno a los primeros vestigios de presencia humana en la región. Entrar cuesta 10 francos y solo está abierto los fines de semana.

St. Peterskirche
Desde el museo seguimos el discurrir del río Limmat, pasando ante cuidados parques y contemplando una de las más agradables vistas de Zúrich. A la derecha dejamos el monte Lindenhof, donde aún se conservan los restos del primer asentamiento romano de la zona, datado en el siglo I. A los pies de este monte, marcando el paso del río, una torre con un gran reloj llama nuestra atención. Se trata de St Peterskirche, una iglesia característica de Zúrich y que es considerado como el más antiguo de los templos. La esfera del reloj que luce su torre es protagonista de muchas fotos de turistas. Algo que está justificado por sus 8,7 metros de diámetro, lo que la convierte en el mayor reloj de Europa.

Fraumünster
La iglesia de Nuestra Señora comparte el título de catedral con el templo que tiene justo enfrente cruzando el río, la catedral de Grossmünster. Las torres de sendos edificios forman parte del “skyline” de Zúrich, especialmente de la zona antigua, muy diferente del polígono financiero. La primera piedra de Fraumünster se puso en 853, según constan en los archivos históricos. La obra se prolongó varios siglos, hasta que se concluyó en el XIV. Tan interesante es la catedral por fuera como por dentro. En el interior destacan las vidrieras colocadas en sustitución de las originales, destruidas en el II Guerra Mundial. Sus colores aportan un ambiente cálido y sirven para conciliar el pasado y el presente de Zúrich.

El lago Zúrich
Siguiendo un agradable paseo junto al río, sin abandonar la orilla oeste, llegamos al último puente, el que marca el inicio del Lago Zúrich. Junto al puente está el embarcadero desde donde varios ferrys parten ofreciendo algunas rutas interesantes. Las excursiones en barco por el lago Zúrich son una buena opción para hacer la digestión tras un aperitivo. Hay varias opciones, desde una hora hasta trayecto completo de siete horas. Algunos de los barcos son verdaderas joyas similares a aquellos que por hélices llevan grandes ruedas y que hemos visto alguna vez en películas sobre el Mississippi. También hay rutas fluviales por el río Lummet.

Vacaciones de Navidad en Zúrich

La Navidad es probablemente la mejor fecha para viajar a Zúrich. La ciudad se viste de invierno y los mercados navideños congregan a muchos suizos y turistas que hacen coincidir sus vacaciones navideñas en Zúrich.

Mercadillos de Navidad de Zúrich
El mayor mercadillo navideño cubierto de Europa está en Zúrich, concretamente en la Estación Central. La recepción de la estación suiza se llena de gente en un incesante trajín en el que se mezclan viajeros y visitantes del mercadillo. Se pueden instalar hasta 160 puestos en los que comprar artesanía, decoración y delicias navideñas. En el centro plantan un enorme árbol de Navidad decorado con cristales de Swarovski, llegando a convertirse en un icono de la Navidad de Zúrich. El mercado está abierto hasta Noche Buena.
Otra opción si no se encuentra el regalo que se busca es el mercadillo navideño de Werdmühleplatz. Si el de la estación era el mayor de Suiza, este el más pequeño de Zúrich. Una docena de puestos atraen a propios y extraños que se quedan por los conciertos de coros infantiles y juveniles que amenizan cada tarde con sus voces la plaza decorada con motivos navideños.
El mercadillo navideño más antiguo de Zúrich se instala en el centro de la ciudad, ocupando varias calles aledañas a Hirschenplatz. Las construcciones centenarias medievales de esta zona de Zúrich cobran un color especial con los puestos de artesanía y decoración que se instalan a pie de calle.

Christkindlimärt
A 40 kilómetros de Zúrich se encuentra la localidad suiza de Rapperswil, donde se celebra el mayor mercado de Navidad de Suiza. En este pintoresco pueblo las calles y viviendas se engalanan para acoger el Christkindlimärt, con sus 200 puestos navideños en los que encontrar regalos, artesanía, decoración de Navidad y la deliciosa gastronomía que se come en las casas suizas llegadas estas fechas. El mercadillo está abierto solo durante 10 días, ocupando la tercera semana de Adviento.

La Zúrich más íntima

Una vez que hemos visitados los lugares más turísticos de Zúrich nuestro viaje se adentra en la Zúrich más íntima, para conocer sus recovecos, cafés, establecimientos emblemáticos y la ciudad moderna.

Centro histórico de Zúrich
La catedral de Grossmünster, en la orilla oriental de Zúrich comparte privilegios con Fraumünster. En esta las vidrieras también fueron renovadas. Es un edificio más sobrio, aunque merece la pena bajar a la cripta y visitar el claustro. Se dice que desde el púlpito de esta catedral pronunciaban sus sermones los sacerdotes contrarios al Vaticano, fomentando la doctrina protestante en Suiza, allá por el siglo XVI.
En este entorno de calles aledañas a Grossmünster hay varios lugares que merecen que se le dediquen una tarde de nuestro viaje a Zúrich. Junto al templo abre sus puertas la pinacoteca del Museo de Bellas Artes, el Kunsthaus, rico en obras de artistas contemporáneos y del siglo XX. También muy próximo, pero mostrando otro tipo de arte, abres sus puertas el Cabaret Voltaire, cuna que fuera de los artistas dadaístas encabezados por Hugo Ball.
Sin salir del centro se pueden probar algunos de los más característicos sabores de la capital suiza. Este entorno de calles empedradas que suben y se entrecruzan en la colina acoge a alguna de las panaderías, confiterías y cafés más emblemáticos de Zúrich. Algunos de estos locales parecen museos rescatados de la historia, intactos tras el paso de los años. Una sensación de entrar de pleno en el siglo XIX se tiene al acceder a la confitería Sprüngli, el café más antiguo de Zúrich, que abrió sus puertas en 1836.
Y para acompañar a un buen café nada mejor que un libro de la literatura clásica, como los que podemos comprar en las librerías de la calle Niederdorf, famosa también por sus galerías de arte.

Zúrich West
La capital suiza acoge a uno de los mayores centros financieros del mundo. Pero también es una ciudad cultural, especialmente el barrio oeste, Zúrich West, también conocido como el Quinto Distrito. Esta zona de la ciudad era un antiguo polígono industrial abandonado por las grandes empresas. Los artistas poco a poco se fueron adueñando de los destartalados edificios, creando una comunidad dinámica y con una interesante vida nocturna, una alternativa del estereotipo suizo.
Los antiguos edificios industriales y sedes de grandes bancos han dado lugar a un terreno abonado para el arte, donde abren galerías y locales de ocio de lo más dispares. Un ejemplo de la reconversión cultural es el edificio que en otro tiempo acogió a la factoría de motores marinos, que hoy acoge varias salas de teatro, restaurantes y salas donde el jazz es el protagonista de la noche.
Propuestas todas interesantes para pasar unas vacaciones en Zúrich visitando los lugares más turísticos y los más desconocidos de la capital de Suiza.
Consulta aquí nuestra oferta de viajes a Suiza.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *