Oferta viaje Semana Santa a Menorca | Ofertas Semana Santa en Baleares

Menorca en Semana Santa

Semana Santa en Menorca

Viaja esta Semana Santa a Menorca con nosotros y disfruta de unas vacaciones como te mereces. Como siempre, todo a un precio de Escándalo!

  • Alojamiento:Ciutadella de Menorca

N/D

Playa Macarella Menorca

Referencia de la oferta: 691

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Nuestro precio incluye:

  • Billete de barco con acomodación en butaca, trayecto Barcelona - Menorca - Barcelona.
  • La ida se pasa noche en el barco, como opcional puede elegir camarote.
  • La vuelta se realiza de día.
  • Estancia en el hotel o apartamento elegido en régimen elegido en
  • Seguro de viaje BASIC.

 

 

PLAZAS LIMITADAS

DIA 1º.- Barcelona - Menorca (Ferry).

Comienzo del viaje desde el puerto de Barcelona en Ferry con destino Menorca.

DIAS INTERMEDIOS.- Menorca

Días libres para disfrutar de la isla. Alojamiento en el hotel y régimen elegidos.

ÚLTIMO DIA.- Menorca - Barcelona (Ferry)

Regreso al puerto de Barcelona en Ferry desde el Puerto de Menorca.

*La información contenida en el mapa es orientativa, pudiendo el organizador del viaje cambiarla según la necesidad.

hotelCiudades de alojamiento previsto.

Menorca paso a paso

Quizás el mejor modo de conocer todos los encantos de la isla menorquina, la menor de las Baleares, es recorrer el sendero que circunda la isla pegado a la costa, asomándose a los acantilados y acariciando las calas. Se le conoce como el Camí de Cavalls, camino de caballos.

Doscientos kilómetros de camino para recorrer a pie, en bicicleta o en caballo. El recorrido nace en Maó, donde termina, siguiendo el sentido antihorario. El primer tramo lleva hasta Favaritx, el faro que despide a los buques que siguen la derrota hacia Barcelona. Hasta allí se atraviesan praderas, bosques, lagunas... el camino se hace ameno. La segunda etapa lleva hasta Ciutadella, con su original puerto y sus casas marineras. El faro de Artrux se interpone en el camino de regreso a Maó, donde los pinos dan sombra y al caminante que pasa junto a caribeñas calas.

Maó y Ciutadella

Las dos ciudades más importantes de la isla son Maó y Ciutadella, que se han alternado la capital de la isla durante siglos y cuya disputa marca la relación entre sus habitantes.

Los cartagineses fundaron la actual capital, Maó, hacia el siglo III a. C. Aunque no fue hasta la llegada de los ingleses cuando tomó la capitalidad. De ellos heredaron algunas recetas gastronómicas que hoy son un recurso de la isla, como el Gin de Menorca o el queso de Maó. Además de edificios de arquitectura inglesa, del que destaca The Golden Farm, donde se alojó el almirante Nelson.

Al igual que Maó, Ciutadella está enclavada en una entrada del mar a tierra. Un puerto natural hoy en desuso tras la construcción del puerto comercial a las afueras. A sus calles estrechas y empedradas dan sombra señoriales edificios civiles y religiosos, de los que destaca la Catedral, dando fe de su importancia en todas las épocas.

Menorca

El viento peina la superficie de Menorca al tiempo que las olas bañan de espuma los agrestes acantilados y las paradisíacas playas de la costa. Una isla marcada por su situación geográfica que ha sido baluarte inexpugnable de muchas culturas y que hoy se presenta como una joya natural. Los pueblos marineros y las aldeas del interior ofrecen la posibilidad de trasladarse a un pasado no muy lejano y a dejarse llevar por el discurrir del tiempo, apartado de las prisas y al son que marca el constante aire reinante.

Crisol de culturas

Desde tiempos antiquísimos se tiene constancia de la presencia de seres humanos en la isla de Menorca. Hoy en día las huellas de las culturas y civilizaciones en otro tiempo asentadas allí son perennes testimonios de la riqueza de la isla. Una isla que por su patrimonio natural fue declarada en 1993 Reserva de la Biosfera, salvaguardando en forma mayúscula los tesoros que ofrece gentil a quien visita este enclave.

Menorca se ha visto marcada singularmente por dos culturas. En la Edad de Bronce, la llamada época talayótica, se asentaron navegantes de otros lugares. A ellos se les debe la construcción de grandes construcciones megalíticas que abundan por la altiplanicie. El nombre de la edad lo recibe a cuenta de los talayotes. Torres prehistóricas formadas por acumulación de piedras magistralmente dispuestas de plantas circulares y cuadrantales. Atalayas propias de esta región que tienen similitud con algunas construidas en Malta. Otras muestras de la ocupación prehistórica son las imponentes navetas. Formaciones construidas por el hombre que asemejan barcos con la quilla al sol, cual si quisieran navegar por el cielo. Formaciones que se acompañan en los territorios menorquines con taulas. Dólmenes estratégicamente colocados cuyo origen se relaciona con ceremonias religiosas.

Por otra parte, los ingleses, que conquistaron la isla en el siglo XVIII, marcaron su economía y fisonomía. Impulsaron una nueva agricultura y ganadería y establecieron la capital en Maó, creando un gran bastión a la entrada de su puerto natural, junto al faro de Mola.

Menorca para todos

Hoy en día la actividad de Menorca se concentra en las dos ciudades que disputan la capitalidad desde tiempos de antaño: Ciutadella y Maó. Ambas con puertos naturales de gran belleza, como las calas que abundan en la costa sur, entre pinares y escuetos acantilados. Mayores son los acantilados de la costa norte, que soportan imbatibles los arrebatos del viento y mar de tramontana. Un viento que gobierna en la isla por todos sus costados.

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